* Coordinador y tutor
El sábado 1 de octubre de 2016 fue la apertura de La Mancha #4 a cargo de Paula Valenzuela Antúnez y de IUS SOLI Apropiación del suelo de Maria Candelaria Traverso en La Paternal Espacio Proyecto LPEP. Son dos proyectos que coincidieron en fecha y lugar, uno en papel de coordinador y otro como tutor.
El blog de La Mancha: http://proyectolamancha.blogspot.com
Y el texto elaborado para la muestra de residencia de Maria Candelaria Traverso:
Sobre IUS SOLIS /
Apropiación del suelo
“Solo el pueblo salvará al pueblo”
Raimundo Ongaro
Por aquella razón básica de encontrar como hacerse una vida y no sufrir de hambre, diferentes comunidades crean redes de comercio con productos de segunda mano provenientes de los Estados Unidos y recientemente de Japón y Europa. Productos de marcas de países desarrollados son fabricados en países pobres, llevados a los desarrollados para estrenarse y ser desechados después de un ciclo de uso, allí no hay espacio para la ruina, retornan a los pobres y son usados nuevamente. Desempeñar este tipo de actividades no hace parte de la vida que proponen las convenciones del sistema de la sociedad actual. Si bien no es una actividad ilegal, se encuentra al margen de los principios de orden y progreso; es una posición emergente y periférica en donde se desempeñan grupos humanos que trascienden u omiten divisiones sociales o políticas.
Es entonces un trabajo fuera de los esquemas de contratación que resiste a los logotipos, los estilos de vida y las experiencias de usar lo que promueven las grandes marcas en una diversidad cerrada. Si los objetos tienen dos tipos de valor, de uso y de cambio, entonces las mercancías valen en la medida que le sirven a alguien que las usa. El re-uso de éstas entonces es un nicho a el tiempo y a la fuerza de trabajo que costó su elaboración. Es el encuentro de una plusvalía residual en el sistema de mercado que agobia a los trabajadores.
Una analogía a las comunidades: La ropa que después de ser fabricada es enviada y usada, regresa para ser re-usada en nuevos cuerpos que son, así mismo, tratados por ese sistema como ciudadanos de segunda.
En este mercado, las prendas de vestir -deportiva, logotipos y colores por tendencias- son releídas por sus nuevos usuarios. El sentido de la prenda en su segundo uso se vacía de esa significación para pasar a se leída en su estructura más básica: Uso practico, conjugación y combinación de formas y colores. Sus bajos precios hacen que sean posibles de adquirir porque ya no hacen parte de los ciclos de producción que determina el mercado de la moda, es un interés pragmático.
Se amplia así un espacio de derecho de expresión individual en donde la censura no tiene lugar. Las prendas se usan y conjugan de una manera que tal vez jamás imaginarían los diseñadores y publicistas de esas marcas, por ejemplo se combinan con ropa tradicional, se recortan o intervienen con tachas y parches. Son conceptos de diseño y belleza diferentes, otro tipo de manifestación estética dado que la ropa es la primera frontera física que trascienden quienes la usan.
Los espacios periféricos de estas redes, su carácter relacional, los vínculos con los puesteros y el manejo de los fardos los conoce bien la artista Maria Candelaria Traverso, es ella misma una trabajadora del sector, además, Traverso ha tomado estos objetos como material de trabajo artístico. En obras anteriores las ha dibujado como objeto de estudio, ha utilizado los fardos para hacer un refugio y ha hecho mapas con los países que mencionan las etiquetas de las prendas. Ahora en esta misma lógica de producción, Traverso en el marco de su residencia en LPEP ha recurrido a otro lado de la producción de las mercancías; las tradicionales hechas por las comunidades que se apropian de la forma, por ejemplo, de los personajes de dibujos animados que han sido más populares como un nuevo motivo de sus productos. Ellos no crean copias ni falsificaciones, crean realmente nuevos productos identificables. El Chavo, Bob Esponja, Mickey Mouse y la Pantera Rosa entre otros se adaptan o re-utilizan en versiones extrañas por causa de las consideraciones pragmáticas de quienes tejen.
Traverso como a casi todo artista en la actualidad le cuesta definirse con un gentilicio, es de todos lados un poco. Esta cordobesa que vivió en Jujuy desde los 6 hasta sus 18 años buscaba a alguien que tejiera. Una ecuatoriana le recomendó en Once, zona de comercios populares en Buenos Aires, lugar de comunidades foráneas constituida principalmente por peruanos, paraguayos, bolivianos y senegaleses, a Doris, una peruana en Buenos Aires que vive hace unos 14 años en Argentina.
Doris arma un puesto modular, una base-pedestal con cajas de
cartón para exhibir sus productos, lo que vende no pretende parecer algo
diferente a lo que es; juguetes y prendas, son productos que desestiman las
ideas de originalidad o las leyes de propiedad intelectual de occidente que la
América profunda supera. Aquí se deconstruyen los objetos, se valora lo
transitivo y se adapta aquello que funciona cuando hace falta en una lógica del
bricolaje. Es un valor de la cultura, en donde no hay inmutables, aquí se saca
provecho de la coyuntura en un proceso colectivo de apropiación y trabajo, como
la identidad misma a la que pertenece. El tejer es una tradición anónima y un conocimiento
colectivo, el tejer como el apropiarse en contraposición a las ideas de
originalidad. De esta manera, Traverso no toma los productos de las grandes
marcas sino toma el post-producto, lo ya digerido, está rebobinando en este
modelo productivo.
Doris teje bajo las instrucciones de Traverso, hace
pasamontañas que son artículos para la protección de las condiciones
medioambientales, pero que también funcionan para ocultar la identidad o disolverla
en una acción. Al usarlos se disuelve lo individual en lo colectivo, los
pasamontañas tienen orificios para los ojos pero no para las bocas, lo que hay
que decir está dicho en el objeto mismo, en la acción de quien lo usa. La
artista también utiliza, por ejemplo, toallas que al tejerles frases de consignas
políticas torna banderas o pancartas, toallas-pancartas desde lo intimo a lo
publico.
Traverso teje apropiaciones, relocaliza y crea nuevos escenarios. Su autoría está en el señalamiento que evidencia las conexiones de ese tejido, produce una mediación que hace visible encuentros entre un sistema y una consecuencia social.
Traverso teje apropiaciones, relocaliza y crea nuevos escenarios. Su autoría está en el señalamiento que evidencia las conexiones de ese tejido, produce una mediación que hace visible encuentros entre un sistema y una consecuencia social.
LHM Septiembre 2016
Agradecimientos a Franc Paredes, Maria Candelaria Traverso, Renata Cervetto y Marília Palmeira